El proyecto de diseño del Sistema Integral de Paradas de Transporte Público, desarrollado por JDE design driven consultancy, redefine la experiencia actual del usuario en el transporte público a través de la implementación de ejes: protección, información y confort. Dichos criterios respondieron a la necesidad de generar soluciones modulares y versátiles alineadas a las condiciones y restricciones del entorno.
Cuando el Instituto Municipal de Planeación y Gestión Urbana (IMPLANG) se acercó al estudio, uno de los principales requerimientos fue diseñar un sistema replicable, escalable y adaptable a las distintas condiciones de cada punto de parada del transporte público; entre otros aspectos como la orientación del sol, la topografía, la cantidad de personas que esperan en horas pico y el ancho de la banqueta o espacio a instalar. Además de diseñar bajo una perspectiva de género e inclusión, pensando en mujeres, niños y niñas, adultos mayores y personas con discapacidad.
Según los registros de la Agencia Estatal de Transporte del Estado, hay un total de 27 rutas que prestan servicio en el área metropolitana de Monterrey, con 65 ramales o recorridos de transporte público y 26 ubicaciones de sitios de vehículo de alquiler o taxis.
Los itinerarios que cubren el Transporte Público en San Pedro Garza García, tienen una capacidad de 236 paradas y hasta 48,000 plazas en la hora de máxima demanda, con una cobertura territorial del 71% del total del área urbanizada. Esto también incluye las zonas de montaña, donde se observa una baja densidad habitacional con alta tenencia de vehículos que hacen inviable una prestación de servicios de transporte público eficaz en un área metropolitana con alta concentración de transporte vehicular privado.
En el municipio hay varios retos importantes que dentro de su competencia buscaron atender al acercarse con el estudio. Por una parte, es hacer crecer la demanda del transporte, es decir, buscar que más personas prefieran usar el transporte público que el particular. Y por el otro lado, encargarse de la exigencia colectiva por invertir tiempo, dinero y espacio vial al auto en lugar de otras maneras más eficientes y sostenibles de traslado.
El diseño de las paradas de transporte público ―a diferencia de una convencional producida en una sola pieza―, contempla una serie de elementos independientes. Esto permite adaptar configuraciones a las problemáticas específicas de cada contexto, desde una infraestructura mínima hasta una más robusta y amplia. Además de posibles elementos de uso comercial y servicios públicos. En contraposición a la planeación e instalación que prevalece en el actual sistema de paradas de transporte público en el Municipio de San Pedro Garza García.
El concepto y objetivo rector al proponer un nuevo diseño de parada digna se estableció a partir de tres ejes fundamentales: la protección, como mejora en la infraestructura para generar un ambiente seguro y confortable; la información, con la colocación de módulos informativos para potenciar su funcionalidad y fomentar una experiencia positiva; y finalmente confort, es decir, una estética representativa que refuerza la identidad del espacio local, y establece una conexión más profunda entre los usuarios y su comunidad.
El proyecto presentó la oportunidad de explorar las potenciales funciones que pudieran desempeñar las paradas de autobús cuando se encuentran en óptimas condiciones, volviéndola más que solo un área de espera cómoda de transporte público.
Atendiendo al contexto urbano del municipio de San Pedro Garza García, es posible que las paradas de autobuses ofrezcan un punto de referencia, ubicación y navegación urbana. Además de constituir un espacio público que provea condiciones propicias de identidad y percepción de seguridad a la ciudadanía usuaria. Por ende, la intención es transformarse en un refugio digno para el uso cotidiano. La creación de una parada digna significó darle atención a las funciones más relevantes, volviéndola eficiente en el entorno público urbano.
Respetar las medidas mínimas de movilidad garantiza que la parada sea funcional para todos, considerando una distancia del límite de la acera al techo de 30 cm; de la acera al poste de 120 cm, y una altura interior del travesaño de 2.10 m.
Otro aspecto importante es la descentralización de los componentes sueltos que permite expandir y optimizar el área alrededor de la parada, mejorando la experiencia del usuario. De esta manera, los componentes sueltos aumentan la capacidad; guían a los usuarios; delimitan zonas específicas, y extienden el confort en áreas colindantes.
La configuración de cada parada contempla una serie de módulos de 2.50 m de largo, que se distribuyen de acuerdo a la longitud deseada y puede adaptarse de acuerdo al número de pasajeros, espacio disponible en la vía pública y la inclinación del terreno. Todas las piezas son 100% refaccionables en caso de falla, daño accidental y mantenimiento periódico.
Este concepto de parada de autobús propone un cambio de lógica en la toma de decisiones al determinar dónde debe instalarse por parte del municipio. Su nuevo diseño determina cuántos módulos sólidos prefabricados se tienen que instalar de acuerdo a parámetros como falta de espacio en vía pública u otro obstáculo. Otra característica de este diseño es disponer de una serie de elementos que funcionen como herramientas de planeación en espacio público asignado a cada parada de autobús, al seleccionar, configurar y adaptar estos elementos a las necesidades particulares de la ubicación específica dentro del municipio.
Respecto a los asientos, estos deben adaptarse a las características y necesidades de los pasajeros. Fue diseñada una banca sin respaldo para maximizar la visibilidad y el acceso desde diferentes direcciones, también una banca con respaldo para ofrecer mayor confort en largas esperas y áreas de alta demanda. En algunas ocasiones el área del asiento se retira para permitir un flujo libre y despejado para personas con discapacidad o cargas especiales.
En cuanto a criterios ergonómicos, el descanso isquiático está diseñado para personas con movilidad reducida, al permitir un descanso temporal en posición semierguida. También hay una disposición de espacio para silla de ruedas en un área abierta de 2.4 m en el centro para dos plazas, garantizando accesibilidad y confort.
La inclinación y posición del techo afectan directamente la protección y comodidad de los usuarios, por lo que, se consideran variables como la dimensión de los techos de 1.60 m y 2.20 m, maximizando el área de protección. Tiene un ángulo ajustable entre 5 y 20 grados para optimizar la protección solar y minimizar el deslumbramiento. También contempla un desplazamiento calibrado para ajustarse adecuadamente al espacio disponible, sin obstruir el paso de peatones ni la visibilidad de conductores.
En lo que se refiere a la señalética y accesorios para brindar información en una parada eficiente, fue definido un sistema de jerarquía en la comunicación visual, en la que el nombre de la parada se ubica en la esquina superior derecha con un sistema de ajuste de ángulo y la información de las rutas se encuentra en la parte superior de los módulos. Para desplegar la información completa se colocó en postes extremos o intermedios según las necesidades de movilidad. También cuenta con un panel de protección en postes extremos, que se adaptan a la movilidad y vialidad.
El sistema de paradas de autobús fue diseñado tomando como referencia las necesidades del contexto específico de San Pedro Garza García y poniendo atención a los temas de movilidad y diseño del paisaje urbano.